Estética y confort son dos elementos que no pueden faltar en los dispositivos de calefacción del hogar moderno. Cuidamos la decoración de nuestras viviendas con mimo y la estufa debe insertarse en las estancias aportando valor estético.

Pero el hogar moderno también exige eficiencia, fiabilidad y comodidad. La tecnología de las estufas de pellet de Fuoco Vivo integra esos valores imprescindibles y los envuelve en un elegante diseño estético, para que nada falte en la calefacción del hogar.

La tecnología de Fuoco Vivo: DOBLE INTERCAMBIADOR

Elegancia, eficiencia y mantenimiento fácil son las consignas de las estufas de Fuoco Vivo. Disponen de intercambiadores horizontales y verticales que transfieren la energía del fuego a la corriente de aire frío que pasa por el interior de esos tubos y, una vez calentado, sale y climatiza la estancia. Para un calentamiento óptimo, el contacto entre la superficie del intercambiador y la fuente de calor de la estufa debe ser lo más estrecho posible y aprovechar las virtudes del material del tubo.

En la estufa convencional de pellet, con el uso cotidiano, las partículas de combustión se acumulan, poco a poco, en la superficie de los intercambiadores. Esa capa dificulta el intercambio de calor y reduce el rendimiento. Es decir, hace falta gastar más combustible para conseguir el mismo efecto.

Para evitarlo y hacer más cómodos el uso y la limpieza de las estufas, en Fuoco Vivo aplicamos soluciones tecnológicas que aseguran un mantenimiento fácil y rápido. Nuestros intercambiadores incorporan rascadores que, al moverse, eliminan esas partículas, que caen en el cenicero de la estufa. Además, los rascadores verticales agitan el humo y facilitan su contacto con los intercambiadores.

Con estos dispositivos, en Fuoco Vivo aprovechamos al máximo el calor y nos aseguramos una limpieza rápida y fácil y un funcionamiento con el máximo rendimiento calorífico. Dentro de una carcasa elegante, vistosa y que aporta valor estético en el hogar.